Cardona Andújar plantea la organización educativa como un organismo vivo donde los elementos que lo componen interactúan entre sí y con su entorno.
También destaca que una organización educativa debe tener en cuenta algunos factores como: la división de roles, la implantación y cumplimiento de normas y reglas, conocimiento del entorno donde se sitúa y conocimiento de la personalidad de sus componentes.
Cardona Andújar distingue cuatro tipos de centro según su organización.
-Estancados: son aquellos centros en los que existe una percepción o sentimiento de fracaso, en los que cada aula es un compartimento estanco, aislada de las demás, y donde es difícil emprender procesos de cambio.
-Paseantes: muy tradicionales, en los que sus profesores gozan de estabilidad y se mantienen de los éxitos pasados, siendo reticentes a nuevos cambios por considerar que la actual situación o funcionamiento de la institución es la adecuada.
-Desencaminados: son los que se esfuerzan en una dirección de cambio aunque en demasiados ámbitos, por lo que su actividad no consigue los frutos deseados; adolecen de falta de claridad en sus objetivos y metas, y, sobre todo, en la prioridad de cada una de ellas, estando necesitados de una adecuada orientación y precisan de un asesoramiento eficaz.
-Dinámicos: han conseguido la deseable armonía entre estabilidad y cambio, tienen claras sus metas y disponen de los recursos suficientes para abordarlas; apoyan su actividad en el trabajo en equipo o colaborativo, y fundamentan sus líneas de mejora en procesos sistemáticos de autoevaluación. Son estos centros lo que están en condiciones adecuadas para conseguir un aprendizaje organizativo, disponiendo de la cultura adecuada para ser organizaciones educativas que aprenden.
Aquella organización que aprende debe tener, a nuestro juicio, las siguientes características:
- Capacidad para diagnosticar situaciones o líneas de funcionamiento susceptibles de mejora.
- Abordan sistemáticamente la solución de sus problemas.
- Persiguen la búsqueda constante y metódica, desde el estilo más apropiado, de nuevo conocimiento organizativo (hablaremos de ello).
- Son capaces de consolidar su propio aprendizaje.
- Están en buena disposición para transferir, a corto plazo, el saber adquirido a nuevas situaciones.
Una organización que aprende intenta aprovechar su capacidad de reflexión crítica sobre la práctica, buscando espacios de análisis de los procesos, y transformar todo ello en fuente de su propio desarrollo.
El aprendizaje organizativo, según Cardona Andújar, debe hacer referencia a la habilidad y capacidad y puede darse de dos formas:
1. Aprendizaje organizativo técnico-práctico
2. Aprendizaje organizativo tecnológico-científico
No hay comentarios:
Publicar un comentario