
Actualmente estudio un Grado de Magisterio en Educación Primaria en
No siempre he tenido claro que quería ser maestra. Desde pequeña siempre he querido hacer bellas artes, cambiando a fisioterapia, a psicología y, finalmente a magisterio. Puede que esta decisión esté influenciada por los recuerdos de mi infancia.
Desde los 3 años hasta terminar la ESO , he estado en un colegio en Leganés, el Legamar. Recuerdo que he tenido profesores tan buenos que deseaba ir al colegio, deseaba ir a clase a aprender, pero desgraciadamente también he tenido profesores no tan buenos con los que no quería ir a clase, que ir al colegio era un castigo.
Recuerdo a Mari Ángeles, mi primera maestra en infantil, que siempre nos enseñaba a resolver todos los conflictos dialogando, que nos enseñaba a compartir, a llevarnos todos bien, a jugar juntos.
También recuerdo a la primera maestra de educación primaria, también llamada Mari Ángeles, que nos siguió inculcando dichos valores y preocupándose por cada uno de nosotros, estando siempre atenta y esforzándose por hacer bien su trabajo día a día.
A dichas maestras, se las recuerda con un cariño inconcebible, pues te han enseñado tanto que sería imposible agradecérselo, ya no solo como alumna, sino también como persona. Hay a otros maestros, como Elías, que prefieres no recordarlos. Este profesor supuso para mí los dos peores años de mi vida escolar. En los que cada mañana era un sufrimiento para mi, era un castigo ir al colegio.
Tal vez he decidido ser maestra para intentar evitar situaciones como esta última. Mi propósito como maestra es motivar a los alumnos para que cada uno tenga sus razones para despertarse cada mañana e ir a clase sin que suponga un castigo para ellos, enseñarles lo mejor posible, y no solo matemáticas, lengua, inglés o conocimiento del medio, sino enseñarles como personas, una educación en valores.
También tengo buenos y malos recuerdos de profesores de la ESO y de bachillerato, pero en mi opinión es totalmente diferente, ya que en educación infantil y primaria, los buenos maestros son tu modelo a seguir, y en cambio, en la ESO o bachillerato, por muy buenos profesores que tengas, no serán tu modelo a seguir, ni influirán tanto en tu persona, simplemente les valorarás como muy buenos profesores.
Y actualmente, en el Grado de Magisterio en Educación Primaria, cada día le encuentro más sentido a la decisión que tomé hace apenas un año, pues en este primer semestre he aprendido mucho, y no sólo teoría, sino que gracias a algunos profesores que hacen las clases un poco distintas y te hacen reflexionar más acerca tu estancia en la escuela, te das cuenta de cosas que quizá por ti misma no lo harías.